¿Alguna vez escuchaste hablar del hígado graso? Si alguna vez lo escuchaste seguramente está relacionado al consumo excesivo de alcohol. Pero la realidad es que también existe un hígado graso “no alcohólico” y es una enfermedad cada vez más común en países occidentales y muy especialmente en Estados Unidos y en las personas hispanas.   

Hoy, en Martes Saludables, Mariana Ferrari habla con la Dra. Blanca Lizaola-Mayo, Gastroenteróloga y especialista en trasplante de hígado en la Clínica Mayo

La Dra. Blanca Lizaola-Mayo además es cofundadora de la clínica de hígado graso dentro del departamento de patología de la Clínica Mayo, y nos explica:

  • ¿Cuál es la función del hígado?
  • ¿Qué es el hígado graso?
  • ¿Por qué es tan común el hígado graso en los hispanos?
  • ¿Cuáles son los síntomas del hígado graso?
  • ¿Cómo se diagnostica el hígado graso?
  • ¿Cuáles son las causas del hígado graso? 
  • ¿Cómo son los tratamientos del hígado graso?
  • ¿El hígado graso se cura?  

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¿Cuál es la función del hígado?

El hígado está relacionado con casi todos los procesos del metabolismo del cuerpo. Es uno de los órganos más importantes y además es un órgano muy noble que aunque es muy resistente también necesita de cuidados.

¿Qué es el hígado graso?

El hígado graso es una enfermedad que ataca el órgano directamente. Es la manifestación metabólica en el hígado. Esta enfermedad tiene una prevalencia a nivel mundial del 35%, lo que quiere decir, que mucha gente a nivel mundial tiene hígado graso y esto se observa mayormente en pacientes hispanos.

El hígado graso es la acumulación de grasa en el hígado. Existen dos tipos de graso:

  • Enfermedad de hígado graso no alcohólica, que ocurre cuando existe la presencia de grasa en el hígado pero no hay inflamación
  • Hígado graso por alcohol, ocurre cuando hay grasa en el hígado y al mismo tiempo se produce inflamación que a largo plazo puede provocar cirrosis o enfermedad terminal del hígado. 

Sin embargo, es posible que la inflamación se pueda presentar en ambos casos. Cuando existe inflamación es cuando se debe tener un especial cuidado ya que no solo hay inflamación, sino que también hay elevación de las enzimas del hígado, que mas tarde puede convertirse en una enfermedad terminal del hígado. En las personas que consumen alcohol hay un doble riesgo ya que el alcohol afecta al hígado directamente y también provee demasiadas calorías que hacen que el paciente suba de peso y desarrolle hígado graso a largo plazo.                

¿Por qué es tan común en los hispanos?

La prevalencia en los hispanos se debe a predisposición genética. Los hispanos tienen ciertos genes que al ser combinados con una mala dieta, la falta de ejercicio, alcohol, sedentarismo en general, se incrementa más el riesgo a padecer hígado graso

La gran mayoría de los casos se presenta en hispanos mexicanos americanizados. Específicamente el paciente mexicano que emigra a Estados Unidos y se habitúa a las comidas rápidas y descuida su alimentación es el que principalmente presenta hígado graso.     

¿Cuáles son los síntomas?

El hígado es un órgano muy noble y no duele. Sin embargo hay pacientes que se pueden presentar con síntomas muy sutiles, como un poco de dolor abdominal del lado derecho, debajo de las costillas. Una persona que no tenga una enfermedad crónica del hígado o una fibrosis avanzada, no va a tener síntomas.  

¿Cómo se diagnostica?

El hígado graso es la causa número 1 de enfermedad crónica del hígado y es la segunda causa de trasplante de hígado. La razón por la que se ha convertido en esto es porque anteriormente no se le prestaba la suficiente atención. Anteriormente se le hacía un ultrasonido al paciente y al observar que tenía hígado graso solo se le indicaba que debía bajar de peso y no se le daba la importancia que realmente requería.   

El hígado graso se diagnostica inicialmente bajo la sospecha del especialista, estas sospechas se originan por lo general en personas con sobrepeso, personas diabéticas, en personas que tienen otras enfermedades metabólicas como la presión alta, apnea del sueño, problemas con el colesterol, con los triglicéridos, entre otros.  

Cuando un paciente presenta más de dos de estos factores metabólicos se le debe tamizar. Muchas veces en pacientes que tienen un chequeo anual, se les evalúan las enzimas hepáticas y es cuando se detecta que las enzimas están elevadas. En ese tipo de pacientes se pueden hacer diferentes marcadores para determinar si hay fibrosis avanzada o no. También se puede realizar un ultrasonido o una elastografía que ayuda a ver que tanta grasa puede haber en el hígado y que tanta fibrosis hay. 

Otra manera de diagnosticar si hay hígado graso es a través de las enzimas del hígado y las plaquetas. Se hace un cálculo llamado FIB4 que ayuda a los profesionales a tener una idea de si hay fibrosis avanzada o no.

¿Qué es la elastografía?

La elastografía es un tipo de tecnología que originalmente se inventó en Francia para ver que tan duros estaban los quesos y con el tiempo se determinó que también se podría utilizar también para evaluar qué tan duro esta el hígado y que tanta fibrosis tiene.

Es un estudio muy rápido y sencillo al que el paciente debe acudir en ayunas. Se utiliza una máquina muy pequeña que se coloca al nivel de las costillas del lado derecho. Lo único que el paciente va a sentir son unos pequeños golpecitos. Con esos movimientos la máquina lo que está haciendo es evaluar que tan rígido está el hígado y también que tanta grasa hay en el hígado. Es una tecnología que se encuentra en todo el mundo.  

¿Cuáles son las causas del hígado graso?

Los factores de riesgo más importante del hígado graso son la diabetes y la resistencia a la insulina. Otro factor importante es el sobrepeso y la combinación de otras enfermedades metabólicas.

Cuando se habla del sobrepeso, éste se calcula mediante una ecuación que se llama BMI que indica el índice metabólico y la masa del cuerpo. Una persona con un BMI entre 18.5 y 24.5 se considera que tiene un peso normal, mientras que una persona con un BMI entre 25 y menos de 30 tiene sobrepeso y sobre los 30 ya entra en la categoría de obesidad.

Lo ideal es que las personas puedan mantener un peso estable y no descontrolar su metabolismo con subidas y bajadas de peso frecuentes.

En el caso de las mujeres, después de la menopausia se pierde la protección que brindan los estrógenos y es cuando se ve mayor prevalencia de hígado graso y fibrosis avanzada.

¿Cómo son los tratamientos?    

Cuando una persona es diagnosticada con hígado graso lo primero que debe hacer es bajar de peso. Frente a este diagnostico lo más importante es llevar una buena dieta, ya que es cardinal para el tratamiento. Adicionalmente revisar las medicinas que el paciente pueda estar tomando, ya que hay muchas medicinas que ayudan para otras enfermedades pero al mismo tiempo provocan aumento de peso.

En cuanto a la dieta, bebidas como el agua con limón o el agua tibia en las mañanas no afecta al hígado. Sin embargo, el caso del café es distinto ya que la Dra. Blanca Lizaola-Mayo nos dice que el café es beneficioso para el hígado y que se recomienda hasta 3 tazas de café solo y cafeinado al día.

Adicionalmente existen tratamientos para la diabetes y la obesidad que se están estudiando en pacientes con hígado graso y que han mostrado muy buenos resultados, así como también estudios en cuanto a la vitamina E.

¿Cómo deben ser los cuidados del paciente después del diagnóstico de hígado graso?

Un paciente con hígado graso, especialmente si tiene inflamación, tarda alrededor de 10 años en progresar una de las 5 etapas de fibrosis si no se trata. Las cuales son:

  • Etapa 0: Es cuando no hay fibrosis  
  • Etapa 1: Es cuando hay un poco de fibrosis
  • Etapa 2: Es cuando nos comenzamos a preocupar en cuanto a hígado graso 
  • Etapa 3: Es cuando ha empeorado la etapa 2
  • Etapa 4: Hay cirrosis

Una persona en general tarda 10 años en avanzar una etapa de cirrosis, sin embargo, hay pacientes considerados progresores rápidos que comprenden un 20% de la población y pueden avanzar a cirrosis en 10 años. Entonces al diagnosticar a un paciente lo primero que se hace es identificar qué tanta fibrosis hay en el hígado. Cualquier paciente con al menos un poco de fibrosis avanzada (etapa 2) se debe chequear al menos cada 6 meses.    

¿El hígado graso se cura?

La buena noticia es que el hígado graso se cura y es un órgano tan noble que se puede hasta regenerar. Cuando se hace un trasplante de hígado, se puede trasplantar una pequeña porción del hígado del donante y ese hígado se va a regenerar en el cuerpo del que lo recibe. Al cabo de un año ya alcanzará su tamaño normal.    

La enfermedad del hígado graso se puede prevenir y también se puede curar si el paciente es diligente y se mantiene con buen peso, ejercicio y dieta saludable. 

La dieta más recomendada para pacientes con hígado graso es la dieta mediterránea, ya que es alta en buenas grasas, verduras, etc. Sin embargo, la mejor dieta es la que el paciente es capaz de disfrutar y de continuar por el resto de su vida.    

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