La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que afecta a más de 2 millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la destrucción del revestimiento protector que rodea las fibras nerviosas, lo que puede provocar una variedad de síntomas como problemas de movimiento, fatiga, visión borrosa y dificultades cognitivas. A pesar de que aún no tiene cura, existen tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad.

 

La causa exacta de la EM es desconocida, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales. Se ha demostrado que hay un mayor riesgo de desarrollar en personas con antecedentes familiares de la enfermedad. Además, la exposición a ciertos virus y la deficiencia de vitamina D también se han relacionado con un mayor riesgo de desarrollar EM.

 

Síntomas

Los síntomas  pueden variar ampliamente dependiendo de la ubicación y la extensión de las lesiones en el sistema nervioso central. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

 

  • Problemas de movimiento

Puede causar debilidad muscular, espasmos, temblores y problemas de coordinación.

 

  • Problemas sensoriales

Puede afectar la sensibilidad, provocando entumecimiento, hormigueo y dolor.

 

  • Fatiga

La fatiga es uno de los síntomas más comunes, y puede ser muy debilitante.

 

  • Problemas cognitivos

Puede afectar la memoria, la atención y la capacidad de aprendizaje.

 

  • Problemas visuales

Puede causar visión borrosa, visión doble y pérdida de la visión en uno o ambos ojos.

 

Diagnóstico

El diagnóstico se basa en una combinación de síntomas, exámenes neurológicos y pruebas de diagnóstico por imágenes, como resonancia magnética y tomografía computarizada. No existe una prueba única para su diagnóstico, y puede tomar tiempo y varias pruebas para llegar a ser detectada.

 

Tratamiento

Actualmente, no existe cura, pero existen tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad. Algunos de los tratamientos más comunes incluyen:

 

  • Medicamentos modificadores de la enfermedad

Estos medicamentos pueden ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad y reducir la frecuencia y la gravedad de los síntomas.

 

  • Terapias de rehabilitación

La terapia física, ocupacional y del habla pueden ayudar a mejorar la función física y cognitiva en personas con esta afección.

 

  • Terapias complementarias

Algunas terapias complementarias, como la acupuntura y la terapia de masaje, pueden ayudar a aliviar los síntomas.

 

  • Modificaciones del estilo de vida

Pueden beneficiarse de hacer cambios en su estilo de vida, como hacer ejercicio regularmente, seguir una dieta saludable y reducir el estrés.

 

Es importante destacar que el tratamiento de la esclerosis múltiple debe ser individualizado y adaptado a las necesidades de cada paciente. Los médicos y otros profesionales de la salud trabajan en estrecha colaboración con los pacientes para desarrollar un plan de tratamiento que aborde sus síntomas y preocupaciones específicas.

 

Además del tratamiento médico, el apoyo emocional y psicológico también es fundamental en el manejo de la esclerosis múltiple. La enfermedad puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y la salud mental de las personas afectadas. La orientación y el apoyo de grupos de pacientes, terapeutas y consejeros pueden ser de gran ayuda para manejar el estrés y la ansiedad relacionados con la enfermedad.

 

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