En este mundo cada uno de nosotros posee características únicas que nos identifican y nos diferencian del resto, por eso nuestro comportamiento, la forma en la que nos comunicamos y como actuamos siempre se adapta a la situación en la que nos encontramos. Te preguntarás ¿y esto que tiene que ver con la medicina de precisión? Pues, como cada uno de nosotros posee características y rasgos que nos diferencian, los cuales pueden cambiar con el tiempo, las enfermedades como el cáncer también poseen características únicas que las diferencian entre sí; aun cuando se localizan en el mismo órgano. Si se conocen estas características es posible seguir un tratamiento especializado para cada caso individual.
Esto ha sido motivo de investigación a causa de que se observó en grupos de personas que presentaban desarrollo de células cancerosas en un órgano en común; diferentes reacciones al mismo tratamiento; presentando casos con mejor evolución que otros entre estos mismo grupos. Por esta razón, la medicina de precisión se enfoca en interferir y atacar moléculas o genes específicos con la capacidad de impedir que las células cancerosas sean capaces de vivir, multiplicarse o diseminarse.

¿Cuál es la diferencia entre la medicina de precisión y  las terapias tradicionales contra el cáncer?

Mientras los métodos tradicionales como la quimioterapia actúan matando células que se multiplican rápidamente, afectando tanto células cancerosas como células normales; esta alternativa está dirigida únicamente a moléculas o genes específicos causantes de la alteración celular; de tal forma son capaces de detener o retardar el crecimiento o propagación del cáncer. Por esta razón, la medicina de precisión ofrece un mayor número de alternativas al momento de combatir la enfermedad, mejorando así los pronósticos del paciente.

¿Qué muestras se utilizan para la medicina de precisión?

Dado que la medicina de precisión tiene como objetivo, moléculas muy pequeñas o genes específicos, las muestras necesarias serán: sangre, biopsias del tumor o muestras de ADN, con el objetivo de examinar secuencias concretas según la historia del paciente.

Este tipo de terapias, brinda nuevas herramientas para tomar medidas correctas en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades, basándose en los genes de una persona, su medio ambiente y su estilo de vida. De esta forma el profesional de la salud es capaz de predecir qué métodos y tratamientos serán más eficaces y seguros para el paciente, además de establecer las causas y factores de riesgo asociados, que mejorarán el pronóstico después del tratamiento y permitirá evaluar las posibilidades de recurrencia.

Una vez identificado el gen responsable de la mutación celular, es factible realizar un estudio a miembros de la familia, evaluarlos con el mismo principio de medicina de precisión con el objetivo de identificar miembros de la familia que expresen este gen, factores de riesgo y así mejorar en gran medida las estrategias de prevención.

¿Cómo se administran los tratamientos?

Una vez identificados los genes o proteínas de interés y si el paciente cumple con los parámetros necesarios; se procede a la administración del tratamiento, el cual suele ser de ingesta oral, en píldoras o infusiones y en ocasiones se administran en conjunto con tratamientos tradicionales como radiación o quimioterapia. Estos actúan de 2 formas:

  • En forma de moléculas pequeñas, capaces de atravesar la célula cancerosa e interferir con moléculas o proteínas en su interior.
  • Como anticuerpos monoclonales mucho más grandes que se unen a la superficie de la célula cancerosa e interfieren con la molécula especifica o permite el ingreso de una molécula tóxica dentro de la célula cancerosa.